Hace cinco años, en la noche del nueve al diez de mayo de 2003, murió Luis Ignacio Helguera. Poeta, ensayista, cuentista, musicólogo y ajedrecista (entre otros oficios) siempre fue, por sobre todas las cosas, un amigo entrañable y no pocas veces imposible. A cinco años de su ausencia extraño todavía intensamente su magnífico humor, su increíble bondad y su excéntrica y adorable personalidad. Transcribo Ring que pertenece a Zugzwang, compilación póstuma de sus últimos poemas.
Ring
Sueñas en el bar
Viejas promesas
con ser excelente poeta
excelente persona
excelente ajedrecista
galán (por si fuera poco)
excelente bailarín de ese mambo número cinco
que suena lejanamente
ya todo lejanamente my dear
confórmate
con garabatear estas líneas en la servilleta
pedir otra copa
y derrotar a ese gordo
que al otro lado de la barra
próximo está a caer
con la madrugada.
Remembering Jules Feiffer
Hace 6 horas
3 comentarios:
Perdimos a un gran tipo. ¡Ya cinco años, caramba! Yo lo recuerdo en un articulillo que escribí sobre Prokofiev y que publiqué en uno de mis blogs. Se van los buenos y nos dejan a los pejelagartos, montieles, preciosos y demas alimañas.
En efecto. Pero siempre será bueno recordar al buen Nacho. Salud.
Ahora que leo, a menos de tres mese, van a ser ocho años sin Luis Ignacio. Algunos jueves, medio nostálgico desde luego, me encantaría que llegara a la casa con todo y trebejos, a retarme a un match, bajo el influjo del whisky y la buena música... Recuerdos, muchos recuerdos.
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