Del cáncer he oído que aun cuando todos queremos evitarlo, pocos son los que pueden librarse de él. Se trata, en realidad, de descubrir cuál, y cuándo, nos va a llegar.
La noticia de este año es que empecé a desarrollar un cáncer de piel. Al principio parecía que se trataba del menos malo de los de su tipo, pero después de una cirugía resultó que es uno de los peores, por lo que escribo esto entre otra sesión de quirófano.
Mi pronóstico es bueno, por fortuna. Lo detectamos en su fase más temprana, incluso de forma previa a su desarrollo maligno, y estoy contento por esto. Es sorprendente cómo, ante la adversidad, uno de los mejores mecanismos de defensa que tenemos está en el optimismo.
Pero es imposible no pensar en lo frágiles que somos. Paradójicamente, la vida ahora parece más luminosa que nunca. Es preciso aprovecharla hasta sus últimas consecuencias, entonces.
You Love the Office
Hace 41 minutos