sábado, 15 de marzo de 2008

Sorpresa amarilla

El pasado miércoles me encontraba comiendo tranquilamente en casa cuando sonó el timbre de la puerta. Yo no abrí, pero alcancé a oir que alguien preguntaba por mi, por mi nombre completo, así que curioso me acerqué a la puerta.

Allí estaban paradas dos mujeres de mediana edad que, con listado en mano y propaganda en un carrito del mercado,me invitaban a votar en la elección del PRD, por... Y hasta allí llegaron, porque al ver mi cara se disculparon y se escabulleron rapidamente.

Corrí a la computadora, abrí la página de esa honorable institución política, y en efecto comprobé, con una dulce sensación de horror, mi pertenencia involuntaria a esas trincheras.

Al día siguiente hice una carta de denuncia que envié al IFE, y escribí otra para el órgano oficial de difusión del PRD, La (me)Jornada. Por supuesto, no publicaron nada. El día de mañana es la elección interna, y pienso ir a mi casilla para ver si me mantengo en el listado nominal... y por qué no, para saber si ya voté y por quién.

2 comentarios:

Jorge Javier Romero dijo...

Vaya demócratas los del PRD. ¿Con qué cara se atrevían a pedir el voto por voto en las elecciones del 2006 y clamaban fraude?

JHT dijo...

Con la misma con la que me querían impedir que tomara una foto de mi credencial, junto a mi nombre, en el listado nominal.