miércoles, 28 de mayo de 2008

Una raya más en el tigre nacional

De regreso a casa, en el coche, paso por un callejón estrecho cuando aparece un taxi en sentido contrario. Con gran desfachatez enciende las luces para que me quite, porque no está dispuesto ni siquiera a circular por el lado derecho. Me niego. Ante ello, tiene que orillarse y dejarme pasar. Justo cuando estamos ventana a ventana me doy cuenta que al volante está una mujer, mascando chicle, quien finamente exclama:

-¡Quítate wey!
-Oiga, usted viene en sentido contrario...
-Si, pero tengo prisa.

2 comentarios:

Doña Teofilita dijo...

jajaja!!! que graaaaaan argumento de la doña!

Pedro Aguirre dijo...

Además Jorge, debiste haber tomado en cuenta de que se trataba de toda una Dama.